Aquel 26 de Septiembre de 1975 |
Escrito por Vicente P.
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A la una de la mañana no se veía a nadie por las calles,
quien transitara era sospecho y podría ser detenido en
cualquier momento. En el interior de los barrios obreros
establecimos la última cita y decidimos ya dejarlo.
Algunos nos dimos un
abrazo con lagrimas en los
ojos, otros, sencillamente
respiraron profundamente
y se sentaron en la escalera
de un portal, habíamos
llegado al final y nadie se
quería ir. Todos sabíamos
que cuando nos viéramos
mañana faltarían 5
compañeros, 5 camaradas valientes; Jose Humberto
Baena, Jose Luis Sanchez Bravo, Ramón García Sanz, Juan
Paredes Manot (Txiki) y Angel Otaegui.
La tristeza nos inundaba, en la misma medida nuestro
compromiso se fortalecía. A la mañana siguiente
rendimos un emotivo homenaje a los compañeros, en
nuestra sede cantamos la internacional muy bajito,
también El pueblo unido de Quilapayun "en pie cantar
que vamos a triunfar, millones ya imponen la verdad…., la
sede estaba a la vuelta del Ayuntamiento, recitamos
poesías de Miguel Hernández, tardamos tiempo en
recuperarnos. Cuanto sentimiento y pasión teníamos
entonces. Éramos muy jóvenes y sin embargo la lucha era
lo primero; la familia, el trabajo, los amores, todo era
secundario. Nuestra conciencia de clase aumento y hoy
nos preguntamos, me pregunto y afirmo con rotundidad
.
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